Padres Helicópteros… Un problema en la educación
He leído muchas veces el término “padres helicópteros” y la verdad es que nunca me detuve demasiado a pensar sobre ello, pero a medida que mi hija crece, entiendo que la sobre protección no puede ser nada buena.
Es verdad que aterroriza pensar que se hacen mayores y que cada vez pasan más tiempo en la calle, un lugar de batalla en el que tendrán que lidiar con situaciones difíciles en las que seguramente, no estemos para ayudarles.
Pero cortarles las alas por miedo, no va a evitar que un día tengan que salir del cascarón y enfrentarse a un mundo que no es nada fácil. Tendrán que tomar decisiones, elegir sus amistades y recorrer su camino,
Tendrán que vivir decepciones, desamores y momentos duros como hemos vivido todos. Pero lo más duro, quizá no sea lo que vivan, sino que no puedan solventar situaciones porque no han aprendido a hacerlo.
Creo que, sin ser conscientes, podemos llegar a decidir incluso qué niños deben ser sus amigos, lo que deben estudiar, e incluso las aficiones que tienen que tener. Y una cosa está clara, los límites y las normas están para cumplirlas, pero el querer proteger a nuestros hijos de esa manera, solamente merma su autoestima, les hace inseguros y dejan de creer en sí mismos porque piensan que solos, no pueden.
Siempre serán niños y adultos inseguros.
Dejemos que se equivoquen, que aprendan de sus errores, que estén con quien les haga sentir feliz, que estudien lo que sueñan, que aprendan a lidiar con personas que quizá les hagan sufrir, que sean libres de tomar decisiones. Serán niños, jóvenes o adolescentes, pero son personas.
Los padres estamos para educarles, para enseñarles y aconsejarles, no para manejar su vida y que sean tal vez, lo que nosotros no pudimos ser.