Bulliyng, una trágica historia real

Libro de hechos reales

Hay realidades tan duras, que superan la ficción más macabra

Libros hay muchos y me hubiera encantado publicar un libro con una historia más alegre, quizá una novela de amor o un cuento de ficción, aunque si soy sincera, este libro supera con creces cualquier tipo de ficción.

¿Cómo saber que mi hija de 3 años iba a ser víctima de un acoso silencioso de personas adultas?… El Silencio…Lo que más duele.

Creo que cuando hablamos de acoso o de bullying escolar, a todos se nos viene a la cabeza un niño sufriendo en el recreo, solo y apartado. Un niño que es la mofa de sus compañeros y víctima de insultos y empujones. Y es verdad, a esto se le llama acoso. Es indudable, este niño tiene que sufrir hasta la saciedad. Los acosadores son una lacra en la sociedad que merman la autoestima y te hacen creer que no vales nada.

Pero, ahora imaginaros, que una niña no empieza siendo la víctima de otros niños… Sino de sus padres. La cosa cambia mucho, no porque duela más, sino porque a mi hija le resultaba totalmente imposible defenderse. Ella no tenía margen de actuación con personas que son adultas. No tenía ninguna oportunidad. Su única defensa era yo.

A veces no somos conscientes de las graves consecuencias que pueden traer las envidias, los celos o la necesidad de algunas personas que necesitan sentirse alguien, bajando al resto al nivel del suelo. Es entonces cuando empiezan los rumores, las críticas y los insultos, que son cada vez más frecuentes. Al principio puede parecer un juego inocente, pero cuando se va de las manos, ya es demasiado tarde para pararlo.

En mi vivencia personal, los rumores dieron lugar a un bulo al que otras familias se iban sumando, bien por desconocimiento o bien por comodidad. Y por supuesto, lo que empieza fuera, se traslada a las aulas.

Un sufrimiento innecesario, una niña señalada por gente que no conocía, una familia devastada. 5 años de exclusiones y humillaciones, decisiones que marcaron para siempre nuestras vidas. Una lucha que me llevó a ninguna parte. Y todo por nada.

Espero que la dureza de mi historia, sirva al menos de ayuda a otras familias que como yo, tienen que vivir la lacra del bullying. Quiero mandarles fuerza y esperanza, porque aunque ahora lo vean, el final del camino siempre está más cerca.

Y si alguna persona quiere hablar conmigo estaré encantada de poder hablar y poder aportar mi granito de arena. Me podéis escribir a elgigantedelbullying@gmail.com

Comments ( 1 )

  • Un comentarista de WordPress

    17 de octubre de 2023 at 11:45

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